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jueves, 30 de mayo de 2013

El Rapto de Primavera







Dime Sol 
¿Que estás buscando?
¿Qué buscas... Que desesperas?

La busco y no la encuentro.
Se perdió la Primavera.
¡Llegó, la vi.! ¡En marzo la vi!.
La descubrí en la mañana
Limpia, lozana y desenvuelta.
Aquella esquina dobló
Y se desintegró en la niebla.

¿Dónde se esconde el captor
Que robó la Primavera?

¿Qué haremos con nuestra sangre
Si ahora ya no se altera?
¿Qué harán los enamorados
Si el amor ya no existiera?
¿Qué será de nuestras flores
Abejas y las mariposas bellas?
¿Dónde migrarán ahora
Cigüeñas blancas y negras?
¡Llorad, todas las rosas
Margaritas y azucenas!
¡Llorad que se ha perdido,
Se han llevado a Primavera!.


Sol de Verano la busca
y buscando desespera.

Sabe ya que la ha robado
Un viento coagulado de nieve,
De agua y muy espesa niebla.
Que envidiaba sobre todo,
Su esplendor su bello candor.
Su virtud y exuberante belleza.

¡No busques! 
¡La secuestraron!

Confinada está en un castillo 
formado por muros cerrados 
de espesas nubes negras.
  
La ira del Sol 
cubre de rojo la Tierra.

Un espantoso grito de fuego, 
Cabalga el horizonte,
Envolviendo por entero el planeta
Que se deja oír 
como descomunal estruendo.

¡Temblad! 
¡Temblad ya todos los vientos,
Nieves, 
aguas y tormentas!
¡Temblad, 
todos los malvados!


¡Te salvaré, 
Primavera! 
¡Venid a mí...
Nubes Negras!




martes, 7 de mayo de 2013

PORTADAS



Portadas y Carteles diseñados por mí

Café Bar El Ibérico

en San Fernando, Cádiz c/ Arquitecto Torcuato Cayón nº5
ésta es su página


Aranapa Un comercio de Ferrol en la C/ Alegre 76-78
ésta es la página de facebook por si queréis echar una mirada

Bule Bule Parque infantil en Ferrol (Narón) Un lugar ideal para celebrar los cumpleaños de los niños, con talleres didácticos y cursos de verano.
Versión anterior de la portada
Cartel Talleres de verano
Otra versión talleres de verano

Esta portada es de mi amiga Francis. Una gran pintora
Podéis ver algo de su obra en esta dirección.

Kanallas Grupo Flamenco
                             https://www.facebook.com/kanallas.grupoflamenco.1?fref=ts


                                                            Carteles
                  Bule Bule talleres de verano

Bule Bule Talleres de Verano


                                               Bule Bule Fiestas de pijamas


                                  Halloween

Halloween 

Grupo flamenco Kanallas



Día Mundial del Corazón


San Fernando agradece el comportamiento de los vecinos de Angrois

Café Bar El Ibérico


Para Bule Bule

sábado, 4 de mayo de 2013

FELICITACIONES PARA EL DÍA DE LA MADRE

Felicitaciones para mamá


Me acuerdo siempre de ti Mamá
Ponlo en tu muro para recordar a tu madre.
Para todas las mamás este ramo de flores.
Si tu mamá ya no está con nosotros, pega esta felicitación en tu moro para recordarla.




Felicidades mamá.


Para el dia de la Madre. Felicítala con esta postal.




Para que felicites a tu mamá.




viernes, 3 de mayo de 2013

LA CONFERENCIA DE ANA


Aquella mañana, Ana se despertó muy temprano y de un salto, se levantó de la cama.
Debía darse prisa en vestirse pues no quería llegar tarde a clase.
El día anterior, la señorita Rosana la había nombrado para un trabajo muy especial.
-Ana- Dijo la señorita Rosana –
- ¿Tú tienes mascota, verdad?-
- Sí, señorita, tengo un perrito que se llama Yoda – - Respondió Ana encantada de ser escuchada por su profesora-
- ¿Mañana podrías darnos una conferencia sobre el cuidado de las mascotas.? ¿Querrías?
- Sí, ¡Claro que quiero!. – Contestó Ana muy convencida –
Y desde entonces, estaba intranquila, pensativa y muy pero que muy nerviosa, quería hacerlo muy bien, así que se pensó un montón de posibles preguntas y un montón de posibles respuestas.
Deseaba hacerlo muy bien y dejar en sus compañeros una idea inequívoca de qué es una mascota, así que su preparación le costó un poco de insomnio.
Tardó en dormirse preparando mentalmente la charla de la mañana siguiente y hasta soñó aquella noche con conferencias, perritos, gatos, y en muchas mascotas.
Se vio en sus sueños rodeada de animalitos a los que cuidaba sin ayuda de nadie, dándoles de comer y beber sus piensos y agua de la más fresquita que salía de un grifo grande, del que brotaba mucha, mucha, pero que mucha y muy fresquita agua.
Ahora por la mañana, sentía un poco de dudas sobre si lo haría bien, así que le preguntó a mamá.
-Mamá, ¿Las mascotas a que no son juguetes? –
- No, cariño, no lo son- Contestó mamá –
- Mamá, ¿A que debemos cuidar muy bien a nuestras mascotas?-
- Claro, porque son seres vivos y debemos extremar el cuidado con ellos para no hacerles daño –
- Mamá, ¿Por qué hay que extremar el cuidado con nuestras mascotas?-
- Porque son seres vivos, cariño, y son seres delicados a los que debemos cuidar-
Mamá estaba un poco extrañada por aquel interrogatorio mañanero y no se imaginaba la responsabilidad de sus respuestas, aunque había contestado muy bien a todas las preguntas. Notó a Ana un poco acelerada pero no le dio mucha importancia. Puso el desayuno de Ana en la mesa y siguió haciendo cosas mientras la niña se bebía su leche y comía una gran rebanada de pan con una riquísima mantequilla extendida por encima.
Salieron de casa y en el coche, camino del colegio Ana siguió con el bombardeo de preguntas sobre mascotas que intrigaban cada vez más a mamá.
Entre preguntas y respuestas, el camino al colegio se hizo muy corto y enseguida llegó Ana al cole.

-Buenos días señorita Rosana- Saludó al entrar en la clase-
La señorita Rosana había dispuesto las sillas en semicírculo en torno a su silla de profesora que iba a ser la silla de la conferenciante. Su silla de profesora, se veía muy grande en comparación con las sillas de los alumnos. Como un trono de reina que se dispusiera a hablar a sus súbditos.
El contexto era tremendamente formal y serio y esto a Ana la llenó de responsabilidad.
Debía hacerlo muy bien.
Debía parecer una reina en su trono.
-Buenos días Ana ¿Has preparado el "trabajito" de hoy?
-Sí, señorita Rosana- Contestó Ana muy firme
-Bien, pues cuando quieras podemos empezar- ¿o prefieres darnos la conferencia después del recreo?
- No, señorita. Empezaremos ahora. –dijo Ana muy segura-
- ¡Adelante!, empieza cuando quieras –
- Queridos amigos, compañeros- Empezó Ana muy solemne-
Quería que su pequeña conferencia fuese algo muy grande para sus compañeros, así que la cubrió de solemnidad y de mucha seriedad.
- Os voy a hablar de mi mascota Yoda- -Prosiguió-
- Yoda es un perrito chihuahua muy gracioso y pequeñito al que todos en mi casa queremos muchísimo porque es un perrito muy bueno y muchas veces, mi compañero de juegos y aventuras.
- Es mi compañero de juegos, pero no es un juguete. 
Es muy importante que sepáis que las mascotas no son juguetes, sólo son compañeros de juegos, por eso, no podemos hacerles nada que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros y además, debemos protegerlos de nuestros amigos porque muchos no saben cómo hay que tratar a los animales.
- Ana, ¿por qué si juega contigo dices que no es un juguete?- Preguntó María desde la segunda fila de sillas levantándose para que la pudieran ver muy bien.
- Yoda juega conmigo como un compañero de juegos, como un amigo mío, pero no es un juguete. Los juguetes los puedes desmontar o tirar al aire, o puedes golpearlo, pero a tu mascota ¡No!. 
A tu mascota tienes que respetarla siempre y no hacerle nada que no le guste, con una mascota hay que ser responsable y cuidarla siempre, llevarla al veterinario cuando está malita y seguir las enseñanzas que te da tu mamá y el veterinario para que siempre se sienta a gusto a tu lado.
- Ana, ¿las mascotas entonces son aburridas?- Preguntó otra niña
- No. Para nada, las mascotas son muy graciosas, hay que saber jugar con ellas, rascarles, sacarlas a pasear, mirar como juegan. Son divertidas.
Cada perrito tiene su -personalidad y cada uno tiene su propia gracia.
-Mi perrita Mina que es muy grandota, porque es una galga, lo pasa muy bien cuando sale a correr. -Le encanta correr. - Dijo Ana presentando así a su otra mascota Mina, una galga negra preciosa.
-¡Claro! Porque es una galga y los galgos corren mucho- Dijo un niño que estaba sentado en la segunda fila muy orgulloso de que todos supieran que conocía esa raza de perro.
- La perrita de mi abuela, "Mafy", es muy tranquila y no le gusta correr, sólo cuando le lanzo la pelota, o le hago sonar el chillón. 
Entonces sí que corre, jajajaja que graciosa, cuando coge la pelota no la quiere soltar y gruñe mucho, pero de broma, porque nunca me muerde. -Explicó Ana presentándoles así a sus compañeros la perrita de su abuela.
- Mi perrito se pone de pie sobre dos patitas- Dijo una de las niñas de la primera fila.
- El mío salta muy alto para coger la pelota-
- El mío hace pipí en el salón- jejejeje –que guarro- jejejeje
- El mío sabe traer el periódico-
- El mío sabe hacer muchas tonterías. Se quiere morder la cola y como no llega, da muchas vueltas, se marea y se cae. Jajajajajaja-
- El mío, ha hecho una caca muy gorda en la cocina de mi casa. ¡Que peste, Dios mío!- Dijo otro niño tapándose la nariz.
Participaron todos los compañeros uno tras otro contando las mil y una formas de comportarse de sus respectivas mascotas.
La señorita Rosana escuchó todo muy atentamente y al ver que se había hecho un silencio dijo:
- Muy bien Ana, me ha gustado mucho tu conferencia, veo que sabes tratar a tu mascota y que siempre te portas muy bien con ella así que te felicito por tu comportamiento y también por tu conferencia que la has preparado muy bien y ha sido preciosa.
- Niños dad las gracias a vuestra compañera-
- Gracias Ana- dijeron todos al unísono pero un poco a destiempo. Como en un coro en el que cantasen sin un director que les dirigiera.
- Gracias a vosotros por haberme prestado tanta atención-
Contestó Ana muy pero que muy orgullosa de haberlo  hecho tan bien.
No podía ser de otro modo, Ana sabía muy bien respetar a sus mascotas y podía transmitir sus conocimientos con verdadera maestría.
La señorita Rosana estaba admirada del saber de aquella niña pequeña tan buena y cariñosa pues a sus cinco años era capaz de distinguir un juguete de un animalito indefenso. Dio un beso a la niña en señal de felicitación y volvió a darle las gracias.
Ana regresó a casa contenta y orgullosa y al llegar le dio un beso a Yoda prometiéndole que siempre se iba a portar muy bien con él para que nunca deseara irse de su lado y que le quisiera para siempre. ¡Yo también te quiero para siempre Yoda! ¡Para siempre!





domingo, 31 de marzo de 2013

Mi niña Dulce

                                     Mi niña Dulce, está dedicado a Gema y su niña Irene
                                      y por extensión, a todas las niñas "Dulces"
                                         Con todo mi cariño

En una noche clara,
un día pedí un deseo.
Lo llevo dentro guardado,
conmigo lo llevo dentro.
Pedí una niña de azúcar,
de nubes blancas y cielo.

De espuma de mar y nácar,
de aromas dulces de cedro.
Sabores de nata y menta,
limón y fresa y pomelo.
¡Yo quiero una niña dulce!,
de dulce de caramelo.

Ahora estoy deseosa,
que llegue pronto el momento.
De ver sus lindas manitas,
contar sus pequeños dedos.


Son más de treinta semanas,
de inquieta espera y anhelo.
Son más de treinta semanas,
que ansiosa espero el momento.
De ver sus lindos ojitos,
tocar su precioso pelo.

Y… esta mañana temprano,
llegó por fin el momento.
Mi familia a ver mi niña,
llegaron raudos en pleno.
Enseguida la besaron,
miles de besos le dieron.

Mi niña que es de azúcar,
de nubes blancas y cielo.
De espuma de mar y nácar,
de aromas dulces de cedro.
Sabores de nata y menta,
limón y fresa y pomelo.

Mi niña, mi niña dulce,
de dulce de caramelo.
Toda esta mezcla de mieles,
sabor se torna en el beso.

Sabe a miel y  a luna,
Sabe a caramelo.
Sabe a golosina de niño pequeño.
Sabe a nubes blancas,
Esta niña sabe…
Sabe a Caramelo.

Ya tengo mi niña dulce,
de dulce de caramelo.
Envuelta en un hermoso,
papel rosa, de suave rosa de terciopelo.

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Crisis Total



Monedita antes de que se la comiera mi perro

Crisis Total

Con el fin de llevar algo dentro de mi monedero,
Esculpí media patata e hice de ella un troquel.
Para hacer un buen relleno, Compré chocolate negro,
Al exterior dediqué, de oro y de plata papel,
Fundiendo el interior, el olor atrajo al perro,
Que miraba deseoso, pensando que el chocolate era miel.
El anverso troquelé a Don Juan Carlos Primero.
La otra cara, el reverso, de un escudo hice el troquel.
Tantas veces moldeé que el cacao se arrebató,
Se me coció la patata, y el oro trocó en níquel.
A enfriar la mercancía, la coloqué sobre un plato.
Mi perro que estaba al tanto, creyó que era para él
Con cuidado masticó, todo el chocolate negro.
Se comió las moneditas, y escupió todo el papel.
Presurosa me lancé a salvar mi gran tesoro
De un grito asusté al perro y gritando huyó aquél
En la reyerta perdí de mi fortuna el resto,
Gasté cuanto tenía en chocolate negro y cincel,
Salió huyendo mi perro, y me quedé sin papel.
El hambre no se calmó de mi pobre monedero,
Quejoso lanza bostezos, y herida tiene la piel.

Mi pobre monedero bostezando

lunes, 5 de noviembre de 2012

La vaca Paca

Esta es la vaca Paca,
Es vaga y está flaca.
Se divierte siempre sola,
Pensando y jugando con su cola.
No es nada divertida,
Es pensativa, introvertida y aburrida.
Todos los días se sienta,
Y mil cosas sola inventa.
No le hace nadie caso,
Pues no quiere dar ni un paso.
Está siempre cansada,
Será de no hacer nada de nada.
La pobrecita Paca,
Es una vaca triste sola y flaca.

Jajajajajaja. No sabía que me estaba describiendo a mí misma. (Salvo en lo de "flaca") jeje




Lolita, la conejita,
Es rosa dulce y bonita.
Le gusta mucho pintarse,
Y con perfumes lavarse.
¡Está siempre tan guapa!.
Se hace sus moñitos.
Con lazos muy bonitos.
Lolita es atrevida, extra divertida,
Está siempre entretenida.
Quiere que le cuenten cuentos,
De hadas, magos e inventos.
Nada le gusta estudiar,
Prefiere cantar, pintar y jugar.
Dice de la tarea,
Que es una cosa muy fea.
Esta dulce conejita....
Es mala, mala, malita.
¡Deja ya tanta laca....
Y juega un poco con Paca!



La rana Juana,
Es suave y dulce como la lana.
Es curiosa y revoltosa,
Le interesa cualquier cosa.
Está siempre pendiente,
De la tele y de la gente.
Le cuenta muchos cuentos.
A Lolita, de hadas y de inventos.
A Paca la molesta,
Si está durmiendo la siesta.
Se aburre si está sola,
Charlar, es lo que le mola.
Trae muy buenas notas,
En saltos y juegos de pelota.
Juana es divertida,
¡Jamás está aburrida!.


Un día en la paya


¡Mamá, mira que caracola tan bonita he encontrado!
Había tenido mucha suerte, llegué a la playa y encontré una caracola preciosa Mamá me dijo que si la apoyaba en mi oído y me paraba a escuchar, podría oír el mar aunque me encontrara a kilómetros de distancia de él.
Dejé la caracola en mi bolsita de playa y me puse a jugar con la arena. Llené el cubo un montón de veces e hice cuatro almenas para un castillo que pensaba construir pero la arena quemaba así que corrí hacia el agua a toda velocidad. Me zambullí en modalidad “chapuzonazo” (que es correr y correr hasta que el agua te frena y entonces vas, y te caes de bruces.)
El contraste de temperaturas del agua y la arena era tremendo, pasé de quemarme a congelarme en un una fracción de segundo.
Produje con mi carrera un grandísimo chapoteo salpicando de gélidas gotas todo lo que se encontraba a mi alrededor. Mil gotitas heladas chapotearon mi cara. Me estaba helando a lunarcitos de gotitas salpicadas por mis pies.
Esto no impidió que notase como una bofetada. Una bofetada de algo o alguien que estaba más frío que yo y oí que  me gritaba con fuerza.
- ¡Niñaaaaaaaaaaaaaaa! –
- ¡Más cuidado! ¡Niñaaaaaaaaaaaaaaa! –
Después de caerme de bruces, intenté recuperar el equilibrio sentándome  en el fondo. Mi cuerpo quedó cubierto casi por completo y las olas amenazaban con cubrir también mi cabeza, así que intenté elevarme un poco mientras ponía toda mi atención en escuchar atentamente para ver quién estaba tan enfadado conmigo.
- ¡Niñaaaaaa!
Me pareció que el grito venía de debajo del agua, así que (aunque no me apetecía) sumergí la cabeza.
Y sí, allí estaba.
Era un pececito que airado me reprendía y huía de mí.
- ¡Espera! –le dije –
- ¿Por qué estás tan enfadado? –
- ¿Has sido tú quien me ha dado una bofetada? –
- ¿Bofetada? – Contestó ofendido - ¡Querrás decir coletazo! ¡Te he dado con mi poderosa cola! ¡Te lo tienes bien merecido!
Vaya, que poca vergüenza, pensé. ¡Encima me corrige, me pega y es él el ofendido! A saber qué le he hecho yo a éste pez.
- ¿Por qué me has dado un “coletazo”, yo qué te he hecho pez?- (Dije poniendo comillas en el aire con los dedos de mis manos).
- Acabo de meterme en el agua ¿No? ¿Pues cómo te voy a hacer daño? –
Ahora yo sí estaba enfadada.
- ¡Me has roto mi casa! Es más, mi casa ha desaparecido. Has irrumpido en mi patio sin pedir permiso y has arrasado con todo.
- ¿YO? –Dije gritando-
- ¿YO? – Repetí incrédula –
Este pez no sabe lo que dice. ¿Cómo iba a hacer eso yo?
- ¡Has destrozado mi casa! – Repetía furioso el pez una y otra vez-
- ¡Has destrozado mi casa!
- ¡Has destrozado mi casa!
Su furia iba cambiando a pena y ahora repetía pero llorando.
- ¡Mi casAAAaaaaaa!
- ¡Mi casAAAaaaaaa! –Lloraba el pececito.
Volví a meter la cabeza dentro del agua pero no pude ver nada.
¿Dónde está tu casa? – Pregunté entre preocupada y triste.
- ¿Cómo era tu casa pececito? -Le pregunté al verle un poco más calmado.
- Era muy bonita. – Contestó compungido-
- No lo dudo, pero ¿Cómo era?, ¿podrías decirme cómo era su forma para que pueda buscarla?
Estaba dispuesta a reparar lo que había hecho aunque no estaba segura de qué era exactamente.
El pez dibujó con sus movimientos en el agua algo así como una línea en espiral para describir la forma de su casa y enseguida pensé en un caracol.
- ¿Tu casa es un caracol? – le pregunté extrañada –
- No sé – Dijo –
Metí las dos manos dentro del agua y me puse a hurgar en la arena rebuscando por el fondo en busca de aquella extraña casa.
Allí, enterrada en la arena encontré una caracola.
- ¿Es esta tu casa, pez? – Pregunté
No hacía falta que me contestara, lo vi en su cara, en la alegría de su cara. Saltó por encima del agua y chapoteó con las aletas.
- Mi casa. Mi casa. – Suspiraba aliviado –
Enjuagué la caracola para quitarle todas las arenas y soplé con fuerza por si quedaba alguna, mientras volvía a enjuagar.
- ¿Quieres que te la coloque aquí?
Pregunté mostrándole un lugar en la arena.
- Sí – Contestó contento el pez.
- Creo que será mejor que te la coloque en un lugar más protegido, esto está en medio de la playa y si viene alguien volverá a pisarla. Te la pondré allí, cerca de aquellas rocas, entre las algas. Será mucho mejor para ti.
- ¡Sí, sí. Vale!, - Se alegró el pez-  Ese sitio que dices me gusta desde hace mucho tiempo. Voy allí a menudo en busca de una casa vacía más grande, ésta me está quedando un poco pequeña. Es difícil encontrar casas vacías, y más si son grandes. Está muy mal el problema de la vivienda aquí en la orilla de la playa.
- ¡Espérame aquí. No te muevas! ¡Vuelvo ahora mismo!. – Dije esto y salí corriendo  hacia donde estaba mamá tomando el sol.
- ¿Tienes frío? – Preguntó mamá al verme tiritando.
- ¡No! No tengo. Contesté castañeando mis dientes.
Busqué mi bolsita de la playa y salí con ella  a toda velocidad. Volví corriendo hacia el agua.
- ¡Ven que te abrigue! Gritaba mamá con la toalla extendida entre sus manos.
Llegué junto al pez y le pedí.
- ¡Sígueme pez!
- ¡Te olvidas de mi casaaa! Contestó el pez asustado de perder sus posesiones.
- ¡Sígueme!, ¡Sígueme!
Le repetí. El pez ponía cara de no estar entendiendo nada.
- ¡Sígueme! Repetí.
Miré hacia atrás para cerciorarme y vi al pez que me seguía a cierta distancia desconfiado y extrañado.
Llegamos a las algas y le dije al pececillo.
- Cierra los ojos.
- Tengo una sorpresa para ti.
Me apresuré a limpiar con mis manos un pequeño trocito de arena y allí coloqué la caracola que aquella mañana había encontrado.
Se veía preciosa colocada en el fondo del mar a la sombra de las algas marrones y verdes.
El reflejo de la luz dejaba ver su forma tan bonita que por fuerza debía gustarle al pececito.
- ¡Ya puedes abrir los ojos! Le dije
Abrió los ojos y como pudo, esbozó una sonrisa. Era una sonrisa incrédula.
- ¡Qué casa tan bonita! No he visto nunca una casa tan linda.
¿Está habitada? - Preguntó –
- Es para ti pez. Es mi regalo para ti, para que me perdones por haber estropeado tus cosas.
 - ¿Para mí? - Dijo intentando abrazarme, pero era tan pequeño que lo más que pudo fue tocar mi dedo.
- ¿Para mi?  - Repitió con voz emocionada – ¡Que casa tan bonita! -Repetía una y otra vez entrando y saliendo para reconocer el interior habitación por habitación y darse paseos por el exterior para quitar con su boca pequeños granitos de arena que penetraban dentro de la caracola por el movimiento de las pequeñas olas de la orilla.
- Gracias niña, ven a visitarme cuando quieras. Te invitaré a algo. ¿Qué cosas te gustan?
- No te preocupes pez, vendré a verte cuando mamá me vuelva a traer a la playa y yo te traeré algo que te guste. ¿Te gusta el pan?
- Por favor, no te olvides de volver a verme. – Rogó aquél pececito mientras me alejaba.
- ¡Volveréee!.
Mamá seguía con la toalla extendida entre sus manos, y me acurruqué a su lado en silencio. Me cubrió con la toalla y para darme calor me frotaba con sus manos mientras me preguntaba:  
- ¿Qué hacías, con quién hablabas?
No contesté nada. Me castañeaban los dientes del frío y sabía que mamá no iba a creer que un pez me hablara.
Volví a casa pensando en todas las cosas que podría llevarle a mi amiguito como regalo. Le llevaría pan, galletas, gominolas y de todas las cosas ricas que me diese mamá para comer, le guardaría un poco a mi pececito. Seguro que en el agua no hay gominolas (pensé)

Me dí cuenta al llegar a casa, que deseaba más que nunca volver a la playa. Tenía un amigo y debía cuidarlo.  Debía agradecer la confianza que aquél pequeñín había depositado en mí.